El discurso virtual
como desvelo del mundo real y el panorama electorero dominicano
(Primera parte)
Dr. Gerardo Roa Ogando
El discurso virtual de las redes sociales, máxime, corresponde
a una clase discursiva ecléctica, en tanto en casi todos sus textos (notas
breves, vídeos, fotos…) encontramos datos verificables, objetivos, y al mismo
tiempo predominio de la alegoría como estrategia de persuasión. Se enmarca
dentro de la subclase discursiva del cibermundo. Mientras su tipología más frecuente es la
opinión, las secuencias argumentativas son muy abundantes. No obstante, es
conveniente estudiarlo desde las perspectivas diacrónicas y sincrónicas, es
decir, como proceso y como producto, al propio tiempo.
A continuación, algunas inferencias sobre este interesante discurso
y el proceso electoral 2016:
El discurso virtual que se difunde a través de las redes
sociales en torno al panorama electorero dominicano desvela, con suma
prontitud, la lucha por el poder de dos grupos que se lo disputan, sin importar
el costo que ello signifique. Pero más allá de poner al descubierto el interés
legendario propio de toda la historia política de la humanidad, este discurso
tiene la particularidad de poner al descubierto informaciones en tiempo cuasi
real, que antaño tal vez, por la lentitud, pasaban desapercibidas. Asimismo, este
discurso denuncia las consecuencias de un sistema político irresponsable,
desinteresado en crear las reglas del juego para que las actividades campañistas
y electoreras marchen en orden.
En esta ocasión las viejas mañas electoreras fueron puestas
al descubierto con suma prontitud a través de las redes sociales. Mediante el
envío masivo de vídeos, fotografías y memes a cuentas entrelazadas de Twitter, Facebook,
Integran, WhatsApp, Youtube, entre otros, el discurso del cibermundo ha desvelado
la enorme complicidad de corrupción que se esconde tras la estela eufemística
del término democracia. Tanto así, que en las elecciones de otros tiempos nos
enterábamos de todas estas falencias, a través de terceros y, en la mayoría de
los casos, asumíamos todas estas artimañas como rumores creados por los grupos
contrarios; unos para desacreditar a sus enemigos políticos, y otros para
justificar su potencial derrota. No obstante, la venta y compra de cédulas, el
soborno a los presidentes de mesas electorales, los intentos de robos de urnas,
las humillaciones a delegados contrarios, los tiroteos, entre otros, circulan
todos en las redes.
En sentido general, el discurso virtual de las redes sociales
muestra cómo tanto los procesos de campaña política y las elecciones mismas, en
República Dominicana, han sido el resultado de una construcción cultural del
desorden y de la irresponsabilidad de los principales actores del sistema
político nacional. La diferencia de estás con otras campañas y elecciones de
otros tiempos es justamente la siguiente: el discurso de las redes ha revelado
todo el entramado de podredumbre y desvergüenza en el que se manejan los
políticos, haciendo cada vez más transparente el pseudo discurso democrático y
de libertad que intentan vendernos en los escenarios reales.