martes, 17 de mayo de 2016

TEMÁTICA: ANÁLISIS DEL DISCURSO VIRTUAL


El discurso virtual como desvelo del mundo real y el panorama electorero dominicano
(Primera parte)

Dr. Gerardo Roa Ogando


El discurso virtual de las redes sociales, máxime, corresponde a una clase discursiva ecléctica, en tanto en casi todos sus textos (notas breves, vídeos, fotos…) encontramos datos verificables, objetivos, y al mismo tiempo predominio de la alegoría como estrategia de persuasión. Se enmarca dentro de la subclase discursiva del cibermundo.  Mientras su tipología más frecuente es la opinión, las secuencias argumentativas son muy abundantes. No obstante, es conveniente estudiarlo desde las perspectivas diacrónicas y sincrónicas, es decir, como proceso y como producto, al propio tiempo.

A continuación, algunas inferencias sobre este interesante discurso y el proceso electoral 2016:    

El discurso virtual que se difunde a través de las redes sociales en torno al panorama electorero dominicano desvela, con suma prontitud, la lucha por el poder de dos grupos que se lo disputan, sin importar el costo que ello signifique. Pero más allá de poner al descubierto el interés legendario propio de toda la historia política de la humanidad, este discurso tiene la particularidad de poner al descubierto informaciones en tiempo cuasi real, que antaño tal vez, por la lentitud, pasaban desapercibidas. Asimismo, este discurso denuncia las consecuencias de un sistema político irresponsable, desinteresado en crear las reglas del juego para que las actividades campañistas y electoreras marchen en orden.

En esta ocasión las viejas mañas electoreras fueron puestas al descubierto con suma prontitud a través de las redes sociales. Mediante el envío masivo de vídeos, fotografías y memes a cuentas entrelazadas de Twitter, Facebook, Integran, WhatsApp, Youtube, entre otros, el discurso del cibermundo ha desvelado la enorme complicidad de corrupción que se esconde tras la estela eufemística del término democracia. Tanto así, que en las elecciones de otros tiempos nos enterábamos de todas estas falencias, a través de terceros y, en la mayoría de los casos, asumíamos todas estas artimañas como rumores creados por los grupos contrarios; unos para desacreditar a sus enemigos políticos, y otros para justificar su potencial derrota. No obstante, la venta y compra de cédulas, el soborno a los presidentes de mesas electorales, los intentos de robos de urnas, las humillaciones a delegados contrarios, los tiroteos, entre otros, circulan todos en las redes.

En sentido general, el discurso virtual de las redes sociales muestra cómo tanto los procesos de campaña política y las elecciones mismas, en República Dominicana, han sido el resultado de una construcción cultural del desorden y de la irresponsabilidad de los principales actores del sistema político nacional. La diferencia de estás con otras campañas y elecciones de otros tiempos es justamente la siguiente: el discurso de las redes ha revelado todo el entramado de podredumbre y desvergüenza en el que se manejan los políticos, haciendo cada vez más transparente el pseudo discurso democrático y de libertad que intentan vendernos en los escenarios reales.